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Aprende a decir "SI"

Algo tan simple como decír SI puede redireccionar tu vida.

Entre los 3 y los 21 años, de alguna manera u otra, siempre me encontré garabateando o dibujando algo. Tuve la suerte de tener un padre que no se enojaba al ver las páginas de atrás de mi cuadernos de la escuela plagadas de dibujos de robots, personajes y caricaturas de mis profesores.

Por el contrario, me incentivava y siempre aparecía con sorpresas: Ya fuese un juego de carboncillos y lápices o una computadora (atari st 520 - 1989) que tenía instalado un programa de dibujo que se llamaba "Degas" como el pintor.

Creo que eso desarrolló paulatinamente en mí, cierta comodidad y facilidad con lo visual.

Mi primer trabajo después de salir de la universidad fue en una empresa en la Zona Libre. Me contrataron como asistente del gerente de la bodega. Una enorme galera con miles de cajas llenas de ropa. Mi tarea era ayudar a mi jefe a supervisar el personal, la entrada y salida de la mercancía y los pedidos que se despachaban a los clientes.

1998 - Durante una feria de moda con mis primeros jefes (Gili, Nani y Felipe) y el Gigante Calvin Lane.

Un día, en que mi jefe no vino por algún motivo, me tocó llevar muestras de algunas nuevas referencias al "showroom" o sala de ventas que quedaba en la oficina principal, así que me puse manos a la obra con un ayudante, empacamos todo, lo subimos al busito y partimos hacia donde nos esperaban.

Yo tenía apenas 1 mes de estar trabajando en esa empresa y aún no conocía a los 3 socios, solo a 1 quién fue el que me contrató ya que los otros dos estaban en un viaje de compras visitando las fábricas en oriente y también participando en un show de moda en Las Vegas.

Al llegar al showroom pude conocer a los otros dos socios, a quienes rápidamente fui presentado: 

- "El es Jonathan. Acaba de regresar de la universidad en México y es el nuevo asistente de Giovanni (Gerente de la bodega)".

- "Mucho gusto" dije con una sonrisa e inmediatamente me dispuse a terminar con mi tarea de asegurarme que toda la mercancía solicitada estuviese entregada.

Fue cuando a mitad de eso, Felipe, uno de los socios me habló preguntándome: "¿Jonathan tu sabes qué es esto?" Me giré hacia él y vi que sostenía una caja en sus manos. El me la aventó y yo la apañe (afortunadamente).

Era una Sony Mavica ... una de las primeras cámaras digitales en el mercado. Usaban un "Floppy Disk" de 3pulgadas y media y Yo ya la había visto en México durante una expo de tecnología (el modelo previo). 

"Si, es una cámara digital ... una mavica" contesté.

Felipe me miró fijamente, se inclinó aún sentado en su silla hacia su maletín que estaba en el suelo a su lado, abrió el zipper y sacó otra caja más grande ... la que por supuesto también me aventó (y apañé ... afortunadamente).

"¿Y eso qué es...?" 

"Es Corel Draw, un programa de ilustración digital y Photopaint un programa de retoque fotográfico" contesté inmediatamente.

Ya lo había usado pues era uno de los programas que mi padre se había asegurado en facilitarme en las computadoras PC que teníamos en casa.

"Gracias Jonathan"

Felipe se volteó y siguió su conversación con los otros dos socios y yo simplemente proseguí con mi tarea.

Ya cuando estaba listo para retirarme de vuelta a la bodega, nuevamente escuché mi nombre.

"Jonathan, vamos a ir a comer y regresamos en un rato. ¿Si ves esa camiseta nueva que trajiste? ¿La que viene en azul, rojo, y verde? Quiero que usando la mavica le tomes una foto a una y usando Photopaint a la foto le cambies los colores para que tengamos en digital todos los demás. ¿Puedes?"

"Si claro, solo me indica en que computadora lo instalo" Contesté de nuevo rápido.

La realidad es que tenía años de no hacer nada ni siquiera remotamente parecido, pero por algún motivo se sintió más oportunidad que reto. ¿Qué tan dificil podría ser? Lo peor que podría pasar es que no lo haría bien y simplemente regresaría a mis labores de la bodega.

Pero lo hice suficientemente bien para que Felipe me subiese el salario, me asignara una oficina y me comprará una computadora con más capacidad.

Un mes duré en la bodega. Un "SI" me llevó al siguiente paso un puesto dónde puliría mis habilidades y sentaría el precedente para que 10 años después me metiera de lleno en la publicidad y el mercadeo.

No subestimes nunca el poder de la palabra "SI". No tengas miedo. Puede cambiar tu vida para siempre.







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Sobre mí y este blog.

Mi nombre es Jonathan Heres. Panameño, pensador aficionado eternamente sentado en la silla del aprendiz. Este blog existe con la intención de funcionar como repositorio centralizado de las cosas que encuentro más memorables y relevantes en mi vida, y también como escaparate (u oportunidad) de opinar y compartir abiertamente mi manera de pensar. Si llegaste aquí porque somos conocidos, familiares o amigos, quizá dentro de este impremeditado intento de blog, puedas toparte con algunas memorias que compartamos juntos. Si por el contrario, no tengo el gusto de conocerte personalmente y aún así permaneces aquí leyendo esto, te doy la bienvenida y espero que dentro de tanto ruido puedas encontrar algo de valor para tí y tu vida.   Jon.

De progresista a libertario, pasando por el conservadurismo.

De joven me senti progresista. Empático. Benévolo. Soñador.  Después sufrí los retos de la vida. Tomé desiciones, hice sacrificios, probé la austeridad, y entendí que solo siendo bueno conmigo sirvo bien a los demás. Entonces me eduqué, me obsesioné con mis metas. Aprendí a tomar responsabilidad, a no victimizarme. Acepté que pensar así no es ser egoísta. Es altruismo indirecto. Más adelante fue cuando giré mi mirada hacia el otro lado. Ya de 30 me sentí conservador. Lo que ví en mi padre, cuando pequeño, parecía ahora tener más sentido. Las tradiciones me sentaban bien. Leí por allí que si algo no estaba dañado, no debía arreglarse. Que los fundamentos sólidos permiten crecer verticalmente. Que no hay que comprometer nunca nuestra moral. ¿Pero qué de la maleabilidad, el crecimiento, la evolución? ¿Dónde quedan cuando hay tanto miedo al cambio? Un día ya de 40, desperté con una interrogante en mi cabeza: ¿Qué es lo que realmente importa?  Hice memoria de lo vivido y entendí que sin la